Consejos prácticos y saludables

Los alimentos comienzan su digestión en la boca, por lo tanto necesitan
ser bien masticados y ensalivados. Aún aquellos que han sido picados
o rallados o fueran muy blandos, necesitan ser retenidos en la boca
para que la saliva actúe sobre ellos.

No mezclar en una misma comida cereales con papas, porque son
incompatibles entre sí y resultarían tóxicos juntos, aunque en el momento
no se aprecie ningún malestar.

Acompañar siempre la comida principal con una ensalada cruda y
después de la comida, comer una manzana cruda, en ocasiones puede
ser pera.

No es conveniente comer torta, mermeladas, budines, flanes o cualquier
postre dulce después de las comidas. Es conveniente comerlos en
la merienda o desayuno o en horarios intermedios. Lo mismo sucede
con las frutas, a no ser manzana o pera.

Dentro de lo posible, si come carne, pescado, huevos o cualquier otro tipo
de proteínas, no se deben mezclar entre si o con almidones 
(papas, arroz, fideos, legumbres). 
Sí se pueden combinar con todos los vegetales que desee.

No tomar líquidos durante las comidas, es preferible tomarlos por lo
menos una hora antes o dos horas después. De ser indispensable, tomar
un mínimo de agua durante la comida.

Tomar diariamente tres litros de agua entre comidas, puede ser té,
malta, mate o jugo de frutas, pero no puede reemplazarse el agua que
necesita el organismo por bebidas alcohólicas o gaseosas, ya que éstas
no pueden cumplir la función de aquella.

Evitar los alimentos envasados ya que contienen una gran cantidad
de elementos químicos para su conservación.

Si es posible, conseguir verduras y frutas ecológicas, cultivadas sin
agro químicos. Asimismo, tratar de consumir huevos de gallinas alimentadas
con maíz, afrecho y restos de verduras y no con alimentos balanceados.

Usar siempre harinas, azúcar y arroz y todos los cereales integrales.

No usar aceite mezcla. El aceite puro de oliva es el más recomendable,
pero de no ser posible usarlo, preferir el aceite de girasol puro o de
canola.


Gráfico comparativo de grasa saturada*

Aceite de canola 6%
Aceite de girasol 12%
Aceite de oliva 15%
Aceite de maíz 16%
Aceite de soja 16%

Margarina 18%

Aceite de almendras 18%
Grasa comestible 41%

Manteca 66%

Endulzar el mate, té o malta con miel –preferentemente– o con azúcar
integral.

No fumar y no tomar bebidas alcohólicas.

Caminar diariamente un mínimo de 1 Km. Si es posible ir incrementando
el recorrido. Caminar en forma continua y con buen ritmo.

Respirar profundamente y hacer como mínimo media hora diaria
de ejercicios físicos.


*Las grasas saturadas son por lo general sólidas a temperatura ambiente y prevalentemente de origen animal. En tanto que los aceites insaturados son líquidos y generalmente de origen vegetal. En los animales, además de reserva energética, la grasa saturada es mas bien un encapsulador de toxemia, mientras que en los vegetales es una reserva energética estable. En los humanos, los problemas de colesterol y cardiovasculares, son más que nada consecuencia de colapso hepático, generado habitualmente por el consumo de grasa animal y su contexto tóxico (cría estabulada o feedlots). Para más información sobre el tema sobre el tema recomendamos consultar el libro "Grasas Saludables" de Néstor Palmetti.